11 sept 2011

VIOLENCIA ES COMER CARNE

Hay muchos tipos de violencia, está en todas partes, y nadie, por mucho que se proclame "no-violentx" es ajenx a ella. Ya sea por activa, ya sea por pasiva, nuestros actos y nuestras costumbres contienen grandes dosis de violencia para satisfacer nuestro status, nuestro bienestar, nuestras costumbres y ocios. En definitiva, nuestra forma de vida.



La cuestión no es si somos violentxs o no, sino si asumimos que nuestra forma de vida genera violencia (directa o indirectamente), o por el contrario nos creemos en un estado superior de pureza donde sólo vemos lo que queremos ver, ignorando aquellas cosas que nos hacen sentir incómodxs. Las personas que se consideran como "no-violentas" deberían plantearse si no están delegando la violencia necesaria para el desarrollo de su vida (cómoda vida en un país occidental, por más que nos encontremos en medio de una crisis endémica) en lxs especialistas de la violencia: Maderxs, granjerxs, matarifes, seguratas etc... Delegar nuestras responsabilidades no nos hace menos responsables. De la misma manera que la ministra de defensa es responsable de las violaciones, torturas y asesinatos que cometen lxs soldados que previamente ha enviado a pueblos que padecen guerras y poseen petróleo, nosotrxs somos responsables cuando hacemos que otrxs actúen violentamente en nuestro beneficio.



Algunos ejemplos cotidianos de violencia son:



VIOLENCIA es consumir productos de origen animal, especialmente cuando esos productos se "fabrican" de manera intensiva, haciendo entonces que lxs animales padezcan desde que nacen mutilaciones, violaciones, secuestros a cadena perpetua, engordes forzados, amontonamiento, torturas, desnutrición y maltratos varios hasta la lenta y dolorosa muerte.



VIOLENCIA es llamar a la policía cuando tenemos un problema que no sabemos resolver, por lo que éste se resolverá mediante el miedo que generan a gran parte de la población (por la amenaza de las armas que llevan o de lo que te puede caer en forma de multa o prisión) o mediante la fuerza, como hacen en grandes ocasiones (¡¡muchas de ellas sin provocación previa!!).



VIOLENCIA es gritarle a alguien para evitar que grite e insulte a la policía, ¿o es que se merece más respeto un antidisturbios que está apalizando a alguien que alguien que sencillamente grita de impotencia?, ¿o tiene más derecho a gritar alguien de la Organización o de cualquier comisión de vete a saber qué que el resto de lxs mortales?.



VIOLENCIA es, sencillamente, consumir cosas que no sabemos ni de dónde vienen, ni cómo se fabrican, ni de qué país en guerra provienen sus materiales, pero sobre todo, lo más violento es no querer saberlo para no sentirnos cómplices, creyendo que ignorancia es lo mismo que inocencia.



VIOLENCIA es ver una paliza de los seguratas del metro a alguno que se ha colado y no decir nada, mirar al suelo, seguir caminando y justificar nuestra pasividad con "si hubiese pagado, como yo, éso no le sucedería..." pese a que el metro esté cada vez más caro para una población cada vez más precaria.



VIOLENCIA es ir a trabajar cada día, pero sobre todo el día después de que hayan despedido a algún o a alguna compañerx y pasar a su lado sin mirarle a la cara pensando que es la "ley del mercado".



VIOLENCIA es una redada donde cuatro chavalxs de cara a la pared están siendo humilladxs por la prepotencia xenófoba - machista - policial, por la simple razón de parecer "moros". Y más violento es ver la indiferencia a su alrededor, como si éso no estuviese sucediendo, quizás por miedo a los cuerpos policiales, quizás por el racismo de gran parte de la sociedad o quizás porque hay prisa porque hoy juega el Barça.



VIOLENCIA es buscar trabajo y tener que humillarte, rebajarte, desnudarte moralmente y comerte la dignidad para mendigar una mierda de trabajo mal pagado del que seguramente te echarán cuando quieran o cuando oses quejarte de que haces más horas de las que cobras o de que hace dos meses que no cobras.



VIOLENCIA es sentir los gritos de la vecina cada noche cuando su marido llega a casa medio borracho y descarga la impotencia por la mierda de vida que lleva; y más violento es subir el volumen de la tele para no escucharlxs y no tener que ir a llamar a la puerta de enfrente.



VIOLENCIA es consumir energía sin ser capaces de generarla a pequeña escala, fomentando las centrales nucleares con sus "accidentes", o la inundación de pueblos enteros para hacer centrales hidráulicas, o las mareas negras que de tanto en tanto nos visitan por "culpa de un temporal", o la contaminación de las térmicas o que planten decenas de "molinos sostenibles" delante de la casa de la gente campesina.



VIOLENCIA es vivir en una ciudad haciendo que nos traigan todas nuestras necesidades de fuera, y, paradójicamente, mientras más lejano sea el origen más barato es el producto, fomentando monocultivos intensivos que destrozan tierras lejanas, porque las de aquí quizás ya nos las hemos cargado.



VIOLENCIA es, como decía un cartel de la huelga del 29 de Septiembre, esta normalidad en la que vivimos, esta democracia en la que, mientras no intentes cambiar nada, siempre podrás quejarte, indignarte y patalear.



VIOLENCIA es creer que antes de la Spanishtwitterevolution no había habido luchas mucho más dignas pero más violento es ver cómo se rebajan y asimilan discursos y puntos mínimos pseudoreformistas, personas con una larga trayectoria de lucha seria contra la dominación pensando que éso puede ser el embrión de alguna cosa.



VIOLENCIA es comparar esta pantomima con las revueltas del norte de África que han dejado decenas de muertxs y heridxs.



VIOLENCIA es ser enemigx de una multitud (de derechas y de izquierdas, ¿qué más da?) y verlas mover las manos al viento para aprobar la petición de una reforma electoral que, aunque somos apartidistas, sólo beneficia a partidos políticos y que aunque ninguno nos represente, sólo sería una herramienta para futurxs representantes.



VIOLENCIA es, en todo caso, la ley de partidos que excluye a gran parte de la sociedad vasca y más violento es que a la "Spanishrevolution" no se le haya ocurrido exigir su derrogación.



VIOLENCIA es decirle revolución a algo que no pretende revolucionar nada, que ni tan siquiera tiene algún objetivo pragmático ni lo puede tener porque las revoluciones nunca han sido de derechas y de izquierdas a la vez, de empresarixs y paradxs, de ricxs y pobres... quién tense más la cuerda se llevará el pastel, podrá marcar la línea a seguir y arrastrar a lxs ingenuxs, perdón, a lxs indignadxs que queden. Pero es evidente que las acampadas están siendo unas buenas plataformas para lxs trepadorxs y líderes de los pequeños partidos que ven como, por primera vez miles de personas les escuchan mientras dejan ir sus discursos, miles de personas que NO SABEN que están escuchando a lxs cabecillas de lista de algún partido, asintiendo sin darse cuenta a un mega mitting político y partidista.



VIOLENCIA es... un montón de cosas, muchas de las cuales formamos parte o somos directamente responsables pero no podemos negar que el/la ser humanx es el/la animal más violentx del planeta, somos extremadamente violentxs y, a menudo, gratuitamente violentxs. La cosa es: ¿Quién está libre de violencia para imponerle a otrxs una "no-violencia" parcial?, ¿dónde está la frontera entre violencia y no-violencia?, ¿es posible que, con los años y la interiorización del civismo esta frontera haya avanzado logrando cada vez más situaciones y maneras de hacer?, ¿serían hoy violentxs lxs objetorxs de conciencia e insumisxs que hace años se enfrentaban a penas de prisión por luchar contra los ejércitos?.



NINGUNX ESTÁ LIBRE DE PECADO, ¡TÚ TAMBIÉN PUEDES TIRAR LA PRIMERA PIEDRA!

¡AMÉN!